En la era digital, donde la información está al alcance de un clic y la formación se ha democratizado gracias a plataformas en línea, el eLearning ha emergido como una herramienta esencial. Sin embargo, con la amplia gama de recursos y metodologías disponibles, ¿qué distingue a un curso eLearning efectivo de uno que simplemente pasa desapercibido?
La respuesta a menudo radica en el poder de los escenarios inmersivos. Los escenarios no son simplemente adornos visuales o ejercicios interactivos que se añaden para hacer el curso más atractivo. En realidad, son herramientas pedagógicas fundamentales que tienen el potencial de transportar a los colaboradores a entornos que reflejan la realidad de su campo laboral, permitiéndoles aprender a través de la experiencia y la práctica. Especialmente cuando hablamos de formar a colaboradores en un ámbito corporativo, la capacidad de un escenario para simular situaciones reales de trabajo puede ser la diferencia entre un aprendizaje teórico y uno verdaderamente aplicado.
Pero, como con cualquier herramienta, los escenarios en eLearning no deben usarse al azar. Se trata de mucho más que simplemente incluirlos porque son llamativos o modernos. Cada tipo de escenario tiene un propósito, un contexto en el cual brilla y características particulares que lo hacen ideal para ciertos temas o públicos. El uso deliberado y con propósito de estos escenarios es lo que puede elevar un curso eLearning de ser simplemente informativo a ser una experiencia de aprendizaje transformadora.
Por lo tanto, este artículo no es solo una exploración de los diferentes tipos de escenarios que se pueden integrar en un curso eLearning. Es una guía para entender cuándo, cómo y por qué usar cada uno. A través de descripciones, ejemplos y consejos prácticos, nos sumergiremos en el corazón de lo que hace que los escenarios sean tan poderosos y cómo pueden ser la clave para desbloquear el verdadero potencial del aprendizaje en línea.
Se trata de entornos de aprendizaje digital diseñados para sumergir completamente al colaborador en una experiencia. En lugar de ser un mero observador, la persona se convierte en un participante activo, interactuando y conectando con el contenido de manera profunda y significativa. Estos escenarios recrean situaciones, contextos o ambientes que permiten al estudiante "vivir" y "sentir" el contenido, en lugar de simplemente "aprenderlo".
Empecemos a conocerlos algunos de los diferentes tipos:
Descripción: Esta técnica implica la creación de un entorno virtual que simula una situación real. Permite a los colaboradores tomar decisiones y enfrentarse a las consecuencias de esas decisiones en un entorno seguro.
Ejemplo: Un curso destinado a la formación de personal de atención al cliente, se podría incluir una simulación donde el colaborador asume el rol de un representante comercial y debe gestionar una serie de quejas de clientes enojados por problemas con un producto o servicio.
Aquí le ofrecemos algunas pautas para discernir cuándo y por qué es conveniente su implementación:
Cuando se requiere un entorno seguro para la práctica: Las simulaciones permiten a los estudiantes cometer errores sin consecuencias reales. Por ejemplo, si está capacitando a alguien en un procedimiento médico, una simulación puede permitirles practicar sin poner en riesgo a un paciente real.
Cuando es costoso o impráctico practicar en la realidad: En muchos casos, practicar en situaciones reales puede ser costoso. Imagine, por ejemplo, el entrenamiento de un operador de maquinaria pesada. Usar la máquina real tiene costos asociados y riesgos. Una simulación virtual elimina esos problemas.
Si se desea exponer al estudiante a situaciones raras o inusuales: Hay circunstancias que no ocurren con frecuencia en la realidad, pero que es esencial saber manejar cuando se presentan. Las simulaciones pueden recrear estos eventos raros para garantizar que, cuando ocurran en la vida real, el individuo esté preparado.
Cuando se busca desarrollar habilidades de toma de decisiones: En una simulación, los estudiantes pueden enfrentarse a múltiples decisiones y ver las consecuencias inmediatas de sus acciones. Esto refuerza el aprendizaje y desarrolla habilidades de pensamiento crítico.
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Descripción: Aquí, el contenido se presenta a través de una narrativa o historia, donde los personajes enfrentan desafíos relacionados con el contenido del curso.
Ejemplo: Imagine un curso destinado a capacitar a colaboradores de una compañía sobre la correcta gestión de quejas y reclamos de clientes. La historia podría seguir a Sofía, una nueva empleada que se enfrenta a diversas situaciones con clientes descontentos. A medida que avanza la historia, Sofía aprende y aplica diferentes técnicas para manejar las quejas, mostrando al estudiante estrategias efectivas y lo que no se debe hacer.
Tips:
Humanizar el aprendizaje: Las historias son una excelente manera de poner rostro y emoción a situaciones que de otra manera podrían ser impersonales o teóricas. Elija personajes con los que su audiencia pueda identificarse.
Mantenerlo realista: Aunque esté contando una historia, es crucial que los escenarios presentados sean realistas y reflejen situaciones que los colaboradores podrían encontrarse en su vida laboral diaria.
Introducir conflictos relevantes: La esencia de una buena historia es el conflicto. Asegúrese de que los dilemas o problemas presentados sean relevantes para el tema del curso y que sirvan para reforzar los puntos clave de aprendizaje.
Facilitar la reflexión: Al final , ofrezca momentos para que las personas reflexionen sobre las decisiones de los personajes y cómo podrían haber actuado de manera diferente.
Variabilidad de resultados: No siempre es necesario que los personajes tomen las decisiones correctas. Mostrar las consecuencias negativas de ciertas acciones puede ser igualmente educativo, siempre y cuando se explique claramente qué salió mal y por qué.
Al considerar la implementación de un escenario basado en historias en su curso eLearning, aquí le ofrecemos algunas pautas para determinar cuándo y por qué es la mejor opción:
Para temas complejos o abstractos: Las historias pueden simplificar conceptos complejos al presentarlos en un contexto que es fácilmente comprensible. Si está tratando con un tema que puede ser difícil de asimilar en su forma pura, una historia puede ser el vehículo perfecto para facilitar la comprensión.
Cuando se busca empatía: Si quiere que sus colaboradores se pongan en el lugar de alguien más o comprendan un punto de vista particular, sumergirlos en una historia donde puedan identificarse con los personajes puede ser altamente efectivo.
Para facilitar la retención: Las personas tienden a recordar historias mucho más que simples hechos o listas. Si desea que el contenido de su curso se quede en la memoria de las personas a largo plazo, presentarlo en forma de historia puede ser una excelente estrategia.
Cuando se desea estimular la reflexión: Las historias, especialmente aquellas con dilemas o conflictos, animan a los colaboradores a pensar y reflexionar sobre lo que harían en una situación similar, promoviendo el pensamiento crítico.
Descripción: En este tipo de escenario, los colaboradores son presentados con un caso específico, ya sea real o ficticio, que deben examinar a fondo. Este método tiene por objetivo que los participantes analicen, reflexionen y, a menudo, tomen decisiones basadas en la información proporcionada.
Ejemplo: Imagine un curso enfocado en la gestión del cambio organizacional, un tema común y crucial en el mundo empresarial actual. El estudio de caso podría presentar una empresa que necesita implementar nuevas tecnologías en sus operaciones diarias. Los empleados de esta empresa son reacios al cambio, prefiriendo los métodos tradicionales con los que están familiarizados. Los participantes tendrían que analizar la situación, identificar los desafíos en la gestión del cambio, las posibles resistencias y proponer estrategias para llevar a cabo una transición exitosa y minimizar el impacto negativo en el equipo.
Consejos sobre cuándo y por qué utilizar el escenario de estudio de caso:
Para Fomentar la toma de decisiones: Si su objetivo es que los estudiantes practiquen la toma de decisiones basadas en información concreta, los estudios de caso son ideales.
Cuando la teoría necesita contexto práctico: Algunos temas pueden ser abstractos o difíciles de comprender sin un ejemplo real. Los estudios de caso pueden proporcionar ese contexto práctico necesario.
Desarrollo de habilidades analíticas: Si busca afianzar habilidades de análisis y evaluación, este método es altamente efectivo.
Para temas complejos: Si el tema de estudio tiene múltiples soluciones o perspectivas, un estudio de caso puede permitir explorar esas distintas facetas.
Cuando se requiere reflexión profunda: A diferencia de otros métodos que pueden ser más directos, los estudios de caso requieren que los estudiantes se sumerjan y reflexionen sobre el material.
Descripción: En este tipo de escenario, los colaboradores son invitados a sumergirse en un ambiente donde pueden explorar y interactuar con diferentes elementos. A diferencia de las presentaciones estáticas, estos escenarios ofrecen una experiencia de aprendizaje más dinámica y envolvente.
Ejemplo: Imagine un curso destinado a capacitar a colaboradores nuevos en una gran tienda departamental. Al ingresar al curso, se presenta una representación virtual de la tienda, dividida en diferentes áreas como electrónica, moda, alimentación, etc. Al hacer clic en la sección de moda, por ejemplo, pueden explorar diferentes estantes con productos, descubrir información sobre políticas de devolución, aprender sobre las marcas más populares o incluso enfrentar situaciones como manejar una queja sobre un producto defectuoso. En la sección de electrónica, podrían aprender sobre garantías, características de productos más vendidos, o cómo gestionar preguntas frecuentes.
Consejos sobre cuándo y por qué utilizar el escenario interactivo/explorativo:
Temas complejos o detallados: La interactividad permite a los estudiantes descomponer y explorar temas en trozos más manejables a su propio ritmo.
Cuando se requiere práctica activa: Si quieres que los estudiantes practiquen habilidades en un entorno seguro antes de aplicarlas en el mundo real, este tipo de escenario es ideal.
Para colaboradores autodirigidos: Estos escenarios son perfectos para aquellos que prefieren explorar y aprender a su propio ritmo, ya que pueden elegir qué áreas explorar en detalle.
Para promover el compromiso: La interactividad puede ser una excelente manera de mantener a los trabajadorers comprometidos, especialmente en temas que podrían considerarse "secos" o menos interesantes.
El diseño de escenarios en el eLearning es fundamental para mantener a los colaboradores comprometidos y garantizar que el aprendizaje sea efectivo. Cada tipo de escenario tiene sus propias ventajas y aplicaciones, por lo que es esencial elegir el que mejor se adapte al contenido y público objetivo. Al combinar estos escenarios con un contenido bien diseñado, los profesionales de formación y desarrollo pueden crear cursos eLearning dinámicos, interactivos y efectivos.