¿Alguna vez ha sentido que los programas eLearning de su organización no están cumpliendo con las expectativas actuales?
No está solo. En un mundo donde el eLearning se ha convertido en una herramienta esencial, como líder de formación, enfrenta el desafío de adaptar estas tecnologías no solo a los avances continuos, sino también a las necesidades de una fuerza laboral cada vez más diversa y exigente.
La simple entrega de contenido digital ya no es suficiente. Es crucial crear experiencias de aprendizaje que no solo transmitan el conocimiento, sino que también aseguren su retención y permitan una aplicación efectiva en el ámbito laboral.
En este sentido, debemos ir más allá de ofrecer cursos; es fundamental diseñar experiencias centradas en las personas, que se adapten a sus necesidades y fomenten su desarrollo profesional.
Aquí es donde el Diseño de Experiencias de Aprendizaje (LXD, por sus siglas en inglés) juega un papel crucial.
Esta aproximación innovadora combina el diseño instruccional, la pedagogía, la neurociencia, las ciencias sociales y con el diseño de experiencia del usuario para crear experiencias de aprendizaje realmente efectivas. Con un enfoque centrado en las necesidades del usuario, el LXD coloca a las personas en el núcleo del proceso de diseño, asegurando que cada experiencia sea relevante y personalizada.
Centrándonos en las necesidades del usuario, el LXD pone a las personas en el centro del proceso de diseño. Esto significa que cada experiencia de aprendizaje esta pensada en sus necesidades.
El LXD sintetiza lo mejor del diseño instruccional, la pedagogía, la neurociencia, las ciencias sociales, y el diseño de experiencia de usuario. Esto se traduce en experiencias de aprendizaje que no solo son informativas, sino también transformadoras y profundamente impactantes.
Learning Experience Design (LXD) o Diseño de Experiencias de Aprendizaje es la ciencia y el arte de crear experiencias que ayudan a los estudiantes a cumplir los resultados de aprendizaje, de una manera centrada en el usuario y enfocada en los objetivos. Utiliza los principios de UXD para mejorar y respaldar los resultados de eLearning al tiempo que mejora la retención y la aplicación del contenido por parte del alumno.
En este artículo, abordaremos los cuatro elementos clave del diseño de experiencias de aprendizaje significativas en las empresas.
Cada uno de estos aspectos es esencial para que todo líder de capacitación y desarrollo logre transformar los cursos tradicionales en experiencias de aprendizaje que realmente marquen la diferencia.
Vamos a ser honestos, crear un curso eLearning y esperar que sus colaboradores lo devoren con entusiasmo puede ser tan eficaz como enseñarle trucos a una piedra.
Sin la motivación adecuada y sin sentir una conexión con el contenido, muchos preferirían estar haciendo cualquier otra cosa.
¿Cómo podemos cambiar esto? ¡Es hora de ponerse creativo y realmente entender a quién está diseñando el curso!
Poner al colaborador en el centro de su proceso de diseño instruccional se llama diseño centrado en el ser humano. Esta es una parte importante de cómo y por qué tiene tanto poder el Diseño de Experiencias de Aprendizaje. Esto significa que debe conocer y comprender a las personas para las que diseña. a. Conozca no solo qué necesitan aprender, sino cómo viven, qué saben ya, cuáles son sus luchas diarias y, sí, hasta dónde sueñan llegar.
¿Y cómo lo hacemos? Podría empezar por diseñar 'personas', unos prototipos muy detallados de sus usuarios finales. Piense en ello como crear un personaje para una novela, pero en lugar de ficticio, este tiene metas, necesidades y frustraciones muy reales. Este paso asegura que el contenido no solo sea relevante, sino tremendamente atractivo.
Además, aplicar técnicas de Design Thinking puede potenciar la creación y ejecución de sus cursos. El Design Thinking se basa en cinco principios fundamentales:
Empatía: Póngase en los zapatos de sus colaboradores. Comprender profundamente las necesidades, preferencias y frustraciones de los usuarios.
Definición del problema: Identifique el verdadero nudo del problema, no solo lo que parece molestar en la superficie.
Ideación: Lluvia de ideas, donde todo vale, hasta las ideas más locas pueden tener su chispa de genialidad.
Prototipado: Saque los lápices y papeles y comience a dibujar esas ideas. Aquí es donde las ideas toman forma, literalmente.
Pruebas: ¿Funciona? ¿No? No hay problema, ajustamos y probamos de nuevo, hasta que su curso sea el hit de la temporada.
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En muchas ocasiones, la formación empresarial se centra exclusivamente en completar tareas, olvidando que las experiencias de aprendizaje deben ser vivenciales y transformadoras.
Si bien un programa típico de eLearning puede ser funcional, útil y conveniente, frecuentemente carece de ser placentero y significativo. Es crucial, entonces, que los diseñadores de cursos no solo se enfoquen en los principios básicos como la funcionalidad y la usabilidad, sino que también aspiren a crear experiencias más ricas y profundas.
Los diseñadores deben esforzarse por involucrar a los colaboradores no solo intelectualmente, sino también emocional y físicamente, guiándolos hacia el descubrimiento de soluciones propias y promoviendo un aprendizaje autodirigido y significativo.
Para esto, podemos volver al modelo de aprendizaje experiencial de David A. Kolb, que subraya la importancia de un enfoque cíclico en el aprendizaje:
Experiencia Concreta (CE): Se incentiva el aprendizaje mediante situaciones que evocan respuestas emocionales fuertes y crean experiencias memorables mediante escenarios realistas que demuestran causas y efectos claros.
Observación Reflexiva (RO): Es crucial que los estudiantes se involucren y reflexionen sobre sus experiencias. Esta etapa requiere proporcionar tiempo y espacio adecuados para que puedan contemplar lo aprendido y conectarlo con sus propias vidas.
Conceptualización Abstracta (AC): En esta fase, los alumnos deben poder extraer y generalizar conceptos abstractos de sus reflexiones, comprendiendo así la relevancia y aplicabilidad de lo aprendido.
Experimentación Activa (AE): Facilite actividades como roles de juego que permitan a los estudiantes aplicar lo aprendido y “aprender haciendo”. Esta experimentación no solo refuerza el conocimiento, sino que también prepara el escenario para futuras experiencias concretas, manteniendo el ciclo de aprendizaje en movimiento.
Al centrarse en este ciclo experiencial, usted no solo está impartiendo conocimiento, sino también cultivando habilidades aplicables en situaciones reales. Esto no solo motiva a los colaboradores al ver la aplicación directa de lo que aprenden, sino que también los inspira a continuar su camino de aprendizaje con entusiasmo y dedicación.
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Como ya hemos visto, el núcleo del Diseño de Experiencias de Aprendizaje (LXD) es centrarse en el aspecto humano más que en el contenido en sí.
Esto significa que la experiencia del curso debe estar diseñada no solo para impartir conocimientos, sino para involucrar y motivar a quienes participan en su curso, ayudándoles a sacar el máximo provecho.
Aquí le ofrecemos algunos consejos prácticos para lograrlo:
Motivación más allá de las recompensas: Evite depender únicamente de la motivación extrínseca, como recompensas o premios. En su lugar, busque maneras de fomentar la motivación intrínseca, que puede incluir fomentar la autodeterminación, la autonomía y el sentido de pertenencia.
Visualice la capacitación como un viaje activo: Considere su curso como un proceso interactivo y continuo, más que como un evento único y pasivo. Integre formas en las que los trabajadores puedan conectar con el material a nivel emocional, conductual y cognitivo. Es clave que comprendan cómo cada parte del curso contribuye al conjunto del viaje de aprendizaje, con el fin de crear un impacto duradero y aplicable en su entorno laboral.
Desafíos aplicables: Anime a los colaboradores a aplicar y compartir lo aprendido mediante desafíos concretos dentro de un plazo específico. Podría utilizar plataformas como redes sociales para facilitar y ampliar esta interacción.
Descubrimiento de la motivación personal: Proporcione oportunidades para que las personas exploren y descubran sus propias motivaciones internas relacionadas con el curso, ayudándoles a entender por qué y cómo la formación es relevante para ellos.
Interfaz amigable: Mantenga la interfaz de usuario del curso clara, simple y fácil de navegar para evitar que se convierta en una barrera para el aprendizaje.
Variedad de actividades: Involucre a los colaboradores con una diversidad de actividades como juegos de roles, lecturas, investigaciones, discusiones y estudios de casos, que les permitan analizar, sintetizar y evaluar lo aprendido de manera efectiva.
Estos enfoques no solo aumentarán la participación en sus cursos, sino que también mejorarán la calidad de la experiencia de aprendizaje y asegurarán que los conocimientos adquiridos sean verdaderamente aplicables en el trabajo.
El aprendizaje es una experiencia holística que involucra todos nuestros sentidos. No solo procesamos información a través del cerebro; también la experimentamos con la vista, el oído, el tacto, e incluso el olfato. Por lo tanto, un curso eLearning bien diseñado debe ser capaz de apelar a estos canales sensoriales de manera positiva y efectiva.
Aquí algunas ideas de cómo puede crear una experiencia de aprendizaje multisensorial que no solo capacite, sino que también deleite:
Visualmente atractivo: Analice minuciosamente el diseño visual de sus materiales. ¿Los colores, formas e imágenes se alinean para crear una temática visual coherente y estimulante? Una buena combinación visual no solo capta la atención, sino que también facilita el proceso cognitivo.
Auditivamente envolvente: El sonido es un potente vehículo emocional. ¿El audio de su curso—ya sean narraciones, música de fondo o efectos sonoros—contribuye a crear el ambiente adecuado? Asegúrese de que cada elemento sonoro refuerce el mensaje del curso y enriquezca la experiencia de aprendizaje.
Tonalidad del contenido: Revise el tono de los textos y las instrucciones. ¿Refleja este tono la naturaleza de su contenido y se conecta emocionalmente con su audiencia? Un tono apropiado puede hacer que el contenido sea más accesible y personal, fomentando una conexión más profunda.
Estado de ánimo adecuado: Considere qué estado de ánimo quiere transmitir a través de su curso. ¿Es un ambiente de seriedad, diversión o inspiración? El clima emocional que cree puede jugar un papel crucial en cómo los estudiantes perciben y se enganchan con el material.
Al diseñar con los sentidos en mente, usted no solo mejora la calidad de la experiencia formativa, sino que también aumenta las posibilidades de una retención y aplicación efectivas del conocimiento. Recuerde, un colaborador estimulado es un colaborador motivado.
Lectura recomendada: eLearning centrado en el estudiante: 4 preguntas que debe hacerse para crear la mejor experiencia
Atrás quedaron los días de solo poner contenido en línea y llamarlo "capacitación eLearning". Los colaboradores de hoy en día esperan mucho, mucho más que eso. Quieren cursos estéticamente agradables que los atraigan y motiven, y tengan en cuenta sus preferencias, necesidades y nivel de experiencia. Todo estos se logran siguiendo los principios de LXD.
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