Vivimos en una era donde la digitalización y el flujo constante de información nos rodean constantemente. Dentro de esta avalancha de datos, se ha descubierto que aproximadamente el 80% de la información que procesamos en Internet es captada a través de nuestro sentido de la vista. Sumado a esto, diversos estudios han señalado la innegable sensibilidad que presentamos hacia las señales visuales en el proceso de aprendizaje.
Estas revelaciones nos llevan a una conclusión clara: en el mundo del eLearning, el componente visual no solo es indispensable, sino que, bien empleado, puede ser la llave maestra para una formación eficaz.
Pero, ¿cómo podemos potenciar la experiencia formativa en línea con base en estas premisas? Una de las respuestas radica en la implementación adecuada del color. Los colores no son meras representaciones estéticas; actúan como potentes activadores psicológicos, capaces de evocar emociones, sentimientos y, en consecuencia, favorecer el proceso de aprendizaje. Imagina un contenido eLearning donde el azul, que suele asociarse con la confianza y la calma, guía al estudiante a través de temas complejos, o el uso estratégico del amarillo, vinculado a la atención y la energía, para destacar puntos clave.
En este post verá algunas maneras en que los desarrolladores de eLearning pueden usar la psicología del color en el diseño de cursos, considerando sus efectos fisiológicos y psicológicos.
La atención y retención de información están intrínsecamente vinculadas. El color tiene la capacidad de focalizar esa atención de manera casi instantánea. Así, cuando se utiliza de forma estratégica, por ejemplo, para destacar un punto clave o un gráfico, incrementa la atención de los colaboradores. Es importante señalar que los colores cálidos, como el rojo y el naranja, son especialmente eficaces en este cometido.
Ejemplo Práctico: Imagine un curso sobre seguridad laboral. Si queremos enfatizar la importancia de ciertas medidas de precaución, podemos usar rojo para resaltar palabras clave o íconos naranjas para señalar peligros específicos. Este uso del color no solo hará que el contenido sea visualmente atractivo, sino que también garantizará que las áreas críticas sean fácilmente identificables y, por lo tanto, mejor recordadas por las personas..
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Como mencionamos en el punto anterior, cuando usted diseña un curso eLearning, el color es una herramienta potente para capturar la atención y mejorar la retención. Sin embargo, es esencial utilizar colores fuertes de manera estratégica para garantizar su efectividad.
Usted debe considerar que los colores fuertes, aunque efectivos para crear contraste y destacar elementos, deben emplearse con moderación y, preferiblemente, sobre fondos neutros. Esta combinación previene una sobrecarga visual, evitando que el diseño distraiga más de lo que ayuda.
Recomendamos que opte por colores sólidos y bien definidos, en lugar de tonos brillantes o neones. Mientras que los colores brillantes o neones pueden parecer atractivos inicialmente, a menudo son difíciles de leer y pueden transmitir una imagen menos profesional.
Ejemplo Práctico: Imagine que está diseñando un módulo eLearning para instruir a sus colaboradores sobre políticas internas. Si desea resaltar una política crucial, podría optar por un encabezado en un tono azul fuerte sobre un fondo gris claro. Este uso de color captará la atención sin ser abrumador, y garantizará que el mensaje principal no se pierda en medio de distracciones visuales.
Al utilizar colores fuertes con estrategia, usted no solo mejorará la estética de su material eLearning, sino que también optimizará la experiencia de aprendizaje de sus colaboradores.
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La legibilidad es un pilar fundamental en cualquier contenido virtual, y en el ámbito del eLearning, el color es un aliado poderoso para potenciarla. Según estudios, un diseño cromático adecuado puede incrementar la facilidad de lectura en un material digital hasta en un 40%. Pero, ¿cómo puede usted, como diseñador de contenidos, aprovechar este potencial?
Primero, es crucial que utilice el color para estructurar y jerarquizar la información. Al asignar colores estratégicamente a los diferentes elementos de su contenido, facilitará que los conceptos se organicen de forma más lógica en la mente de los colaboradores, impulsando así el razonamiento y la memoria.
En segundo lugar, y no menos importante, está el tema del contraste. La clave no se encuentra simplemente en los colores tradicionales como el blanco, negro o gris. Es esencial aventurarse con colores cromáticos, siempre y cuando se mantenga un equilibrio y contraste que permitan una lectura cómoda y clara.
Ejemplo Práctico:
Imagínese el siguiente escenario:
Está ingresando a un curso eLearning titulado "Gestión de Proyectos Avanzada". Desde el inicio, se encuentra con problemas de diseño que afectan la legibilidad y, por ende, la experiencia de aprendizaje:
Fondo y Texto sin Contraste: La primera pantalla tiene un fondo con un gradiente de azul oscuro a azul claro. Sin embargo, el texto, que contiene información crucial sobre los objetivos del curso, está en un tono de azul ligeramente más claro que el fondo. Esta falta de contraste hace que sea necesario esforzarse para leer y comprender el contenido.
Tipografía Inapropiada: Se utilizó una fuente cursiva y decorativa para todo el contenido. Aunque puede parecer estilizada y elegante, dificulta la lectura rápida y fluida, especialmente en definiciones técnicas y puntos clave.
Exceso de Colores: Al avanzar en el curso, se nota que se han utilizado demasiados colores sin un criterio claro. En una sola pantalla, se pueden encontrar cajas de texto en verde, naranja y morado, todas con diferentes tipos de información, sin que quede claro qué tipo de contenido representa cada color.
Estos errores en la elección de colores, fuentes y disposición de elementos en pantalla no solo afectan la legibilidad sino que también pueden desmotivar al colaborador y obstaculizar el proceso de aprendizaje. Es un recordatorio clave de la importancia de poner la legibilidad y la experiencia del usuario en el centro del diseño eLearning.
Lecturas recomendadas:
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Guías básicas para crear contenidos eLearning legibles
La relación entre el color y el proceso cognitivo es fascinante. Gracias a cómo nuestro cerebro interpreta los estímulos visuales, el color se convierte en un potente instrumento para mejorar la retención y comprensión del contenido en un entorno eLearning. Según el Instituto de Investigación del Color, el uso adecuado del color puede potenciar el aprendizaje en un rango del 55% al 78%, y la comprensión puede incrementarse hasta en un 73%.
Para que usted, como desarrollador de cursos eLearning, pueda aprovechar al máximo estos hallazgos, es esencial integrar el color en la estructura del contenido. ¿Cómo hacerlo? A través de la codificación por colores.
Al asignar colores específicos a diferentes tipos de contenido, usted está proporcionando a los colaboradores una pista visual para conectar y recordar la información. Por ejemplo, si cada vez que presenta un hecho importante utiliza un fondo azul, con el tiempo, los colaboradores asociarán automáticamente ese tono con información esencial.
Ejemplo Práctico: Imagine que está creando un curso sobre nuevas tecnologías en su sector. Puede usar un tono verde para presentar definiciones técnicas y un tono amarillo para resaltar casos prácticos. Con el tiempo, sus colaboradores reconocerán instantáneamente que cuando ven verde, se les presenta una definición, y el amarillo les indicará una aplicación práctica. Esta técnica es especialmente útil en materiales técnicos o complejos, donde es crucial facilitar la asimilación y retención de información.
Al utilizar la codificación por colores de manera estratégica, usted no solo mejora la estética de su material eLearning, sino que también optimiza el proceso de aprendizaje de sus colaboradores, haciendo que el contenido sea más comprensible y memorable.
Tips y técnicas para diseñar eLearning que incentive la memoria de nuestros estudiantes
Aunque algunos desarrolladores puedan ser escépticos respecto al simbolismo de los colores, es fundamental considerar su impacto en el diseño eLearning. Los colores evocan emociones y connotaciones, consciente o inconscientemente, en los colaboradores.
La interpretación de los colores cambia según la cultura. En contextos occidentales, por ejemplo, el rojo alerta o destaca importancia, el negro sugiere seriedad, el blanco pureza, el azul remite a la tranquilidad y el verde a la naturaleza.
En la educación, los colores también poseen significados. El rojo podría indicar error, mientras que el azul sugiere claridad y apertura. Estudios indican que el rojo mejora el rendimiento en tareas detalladas, como la corrección, en un 31% más que el azul. Por otro lado, el azul potencia la creatividad en sesiones de brainstorming.
Finalmente, al diseñar un curso eLearning, los colores pueden establecer el tono. Tonos como rojo, naranja y amarillo insuflan energía y dinamismo, mientras que el verde, azul y violeta propician un entorno más sereno y relajado.
Aquí la guía completa: La psicología del color: ¿Cómo influyen los colores en el aprendizaje?
Los desarrolladores que son nuevos en el diseño de cursos eLearning a menudo eligen los colores basados en torno a sus propios gustos y preferencias personales. A veces esto funciona bien, sobre todo cuando el diseñador tiene un buen ojo para saber lo que hace que las combinaciones sean atractivas y cuál sería un esquema de color adecuado para el curso. Los que no son tan naturalmente talentosos harían mejor refiriéndose a los fundamentos de la teoría del color.
Uno de los aspectos más útiles y sencillos de la teoría del color es el círculo cromático. Éste enseña qué colores son armoniosos y ayuda a los desarrolladores a crear una combinación de colores que no fuerce los ojos de los alumnos. El círculo cromático se compone de seis colores básicos: rojo, amarillo, verde, azul, naranja y morado, junto con sus mezclas. Cualquiera de los dos colores opuestos entre sí, cualquiera de los tres colores equidistantes formando un triángulo y cualquiera de los cuatro colores que forman un rectángulo será una combinación armoniosa.
En el diseño de eLearning, normalmente es mejor atenerse a un esquema de color que utilice tres tonos como punto de partida, ya que es suficiente para crear variaciones e interés visual sin ser abrumador. Una combinación de colores tríadica basada en el círculo cromático, por lo tanto, garantiza traer buenos resultados. Los desarrolladores también deben atenerse a la regla 60-30-10, es decir, en lugar de utilizar la misma cantidad de cada color, debe dividir el uso del color en 6o%, 30% y 10% .
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El diseño en eLearning es más que una mera estética; es una herramienta poderosa para potenciar la comprensión, retención y motivación de los colaboradores. Los colores, como elementos esenciales del diseño, juegan un papel vital en esta misión. Más allá de sus propiedades visuales, los colores llevan consigo significados, emociones y connotaciones que, si se emplean adecuadamente, pueden ser aliados esenciales para enriquecer la experiencia de aprendizaje.
Es responsabilidad del diseñador eLearning investigar, comprender y aplicar estos principios cromáticos, teniendo siempre presente la cultura y particularidades del público objetivo. Así, no sólo lograremos cursos atractivos visualmente, sino también eficientes y adaptados a las necesidades cognitivas y emocionales de nuestros colaboradores.
El mundo del eLearning es vasto y en constante evolución. Sin embargo, una cosa es clara: la integración inteligente del color en el diseño es un paso fundamental hacia un aprendizaje más eficaz y significativo.