Navegar el mundo de la formación virtual en la actualidad no es tarea sencilla. En este viaje, dos términos han surgido con frecuencia: eLearning y mLearning. Pero, ¿cuál es la distinción real entre ellos? ¿Son simplemente etiquetas que no alteran de forma significativa la experiencia de formación? Estas dos letras llevan consigo un mundo de diferencias que vale la pena explorar.
Hasta hace poco, la idea predominante era que cualquier curso de capacitación que valiera su peso debía ser accesible desde una computadora de escritorio. Sin embargo, el mundo ha evolucionado, ¿verdad?
En el contexto del 2023, aquellos a quienes ustedes capacitan, esos colaboradores ávidos por adquirir conocimientos, están armados con una variedad de dispositivos, desde portátiles y tabletas hasta teléfonos inteligentes, cada uno de ellos dispuesto a convertirse en un portal de formación. Las estadísticas hablan con claridad: más del 60% de los usuarios eligen la comodidad de los dispositivos móviles para aprender y consumir informació.
Y aquí es donde el desafío cobra forma: hemos llegado al punto en el que simplemente adaptar los cursos existentes a formatos móviles no es suficiente. Crear un curso para dispositivos móviles no se trata solo de hacer que el contenido quepa en una pantalla más pequeña. Es un enfoque completamente distinto. Se trata de aprovechar las ventajas únicas que los dispositivos móviles tienen para ofrecer y crear una experiencia de formación que se adapte a la vida en constante movimiento de nuestros estudiantes modernos.
En este artículo, vamos a desentrañar las diferencias fundamentales entre eLearning y mLearning.
Aquí, enumeramos cuatro de las principales diferencias entre ambos:
Comparando las definiciones
Es crucial comprender las sutiles pero significativas diferencias que existen entre el eLearning y el mLearning para aprovechar plenamente su potencial en el ámbito de la formación empresarial.
El acrónimo "e" en eLearning, que significa "electrónico", señala una modalidad de aprendizaje que se despliega utilizando dispositivos electrónicos, principalmente las computadoras, a través de canales como Internet. Este enfoque ha sido el pionero en la transformación de la formación, permitiendo a los empleados acceder al conocimiento de manera más flexible y conveniente.
En cambio, el "m" en mLearning se refiere a "móvil". El mLearning abarca cualquier forma de educación que se ofrece a través de dispositivos portátiles, como teléfonos inteligentes y tabletas. Esta modalidad ha cobrado impulso en un mundo donde la movilidad y la flexibilidad son esenciales. Los dispositivos móviles permiten a los empleados acceder al aprendizaje en cualquier lugar y en cualquier momento, adaptándose a sus horarios y ritmos individuales. Esto es especialmente valioso en un entorno empresarial en constante cambio y en el que el tiempo es un recurso preciado.
En resumen, la distinción entre eLearning y mLearning radica en la tecnología subyacente utilizada y la portabilidad del dispositivo. Si bien ambos enfoques ofrecen beneficios notables en la formación empresarial, comprender cuándo y cómo aplicar cada uno puede marcar la diferencia en la efectividad y la recepción de los programas de formación por parte de sus empleados.
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La diferencia principal: El propósito
La distinción clave entre eLearning y mLearning reside en el propósito subyacente que buscan abordar. Pero, ¿cómo saber cuándo es más adecuado optar por uno u otro? Permítame guiarle a través de esta elección estratégica.
Si su objetivo es sumergirse en el conocimiento profundo de un tema, el eLearning es su elección primordial. Esta modalidad es perfecta para transmitir conceptos complejos y permitir que sus colaboradores adquieran una comprensión exhaustiva. Piense en enseñar a sus equipos cómo operar una maquinaria especializada o adentrarse en las intrincadas políticas de recursos humanos de su organización. Aquí es donde el eLearning brilla con su enfoque estructurado, formal y alineado con el tiempo.
Por otro lado, si su enfoque se centra en respaldar un proceso de aprendizaje en el que los colaboradores requieren acceso rápido e instantáneo a fragmentos cruciales de información, entonces el mLearning es el aliado perfecto. Imagine brindar a sus trabajadores una lista de tareas esenciales mientras están en la tienda o en camino al trabajo. Es aquí donde el mLearning cobra su máximo valor, especialmente cuando se trata de contenido enfocado en el formato de microaprendizaje. Las palabras clave que definen el mLearning son: bajo demanda, justo a tiempo y contextual.
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Dónde encontrarlos: El medio de entrega
Cuando se trata de eLearning, visualice computadoras de escritorio y portátiles (laptops). El eLearning amarra al estudiante a su área de trabajo digital. Puede que la necesidad de conexión a Internet varíe según el caso. Esto implica que las preocupaciones sobre el ancho de banda no deben perturbarle, y tiene la posibilidad de integrar en el curso una amplia gama de recursos multimedia, como audios, videos e imágenes de alta resolución.
En contraste, si estamos hablando de mLearning, pensemos en smartphones o tabletas. Aquí, la portabilidad y la facilidad de acceso son factores cruciales. Además, es importante tener en cuenta que, en la mayoría de los casos, la persona estará en movimiento o realizando otras actividades mientras realiza el curso en su dispositivo móvil. El desafío para los diseñadores instruccionales radica en crear cursos de aprendizaje móvil que puedan descargarse de forma instantánea, sean intuitivos para interactuar con los dedos, legibles en pantallas pequeñas y que funcionen sin interrupciones.
Entender la dinámica de cada plataforma de entrega le permitirá tomar decisiones informadas al diseñar estrategias de formación efectivas y adaptadas a las necesidades de sus colaboradores.
El diseño
En el ámbito del eLearning, por lo general, la experiencia ocurre en computadoras de escritorio o portátiles. Entonces, ¿qué es lo que se presenta? Pantallas amplias. Esto implica que usted dispone de un espacio considerable y que los colaboradores probablemente se encuentren sentados en sus estaciones de trabajo.
Por otro lado, al adentrarnos en el mLearning, ¿qué visualizamos? Pantallas pequeñas y personas que las observan mientras esperan en la sala del médico, en el autobús o incluso en una cafetería. Aquí, tampoco cuenta con el mismo espacio en pantalla y la atención de los estudiantes no es ininterrumpida (¿cómo podría serlo cuando los smartphones están constantemente emitiendo luces, vibraciones y sonidos?).
Consecuentemente, las unidades de mLearning necesitan ajustar su contenido a un espacio reducido, y generalmente no es aconsejable presentar más de una idea por pantalla. Los módulos de mLearning deben ofrecer una navegación extremadamente sencilla, para que los estudiantes puedan sumergirse en el contenido sin dificultades.
En definitiva, la regla de oro para crear diseños de mLearning exitosos radica en comprender el contexto, según lo señalado por Paul Clothier, un experto en soluciones de contenido para el aprendizaje móvil. Conocer el escenario en el que sus colaboradores acceden al contenido es esencial para ofrecer una experiencia de formación efectiva y envolvente.
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Tome en cuenta la duración
El tiempo es un recurso preciado para sus colaboradores. Y cuando se trata de usuarios de teléfonos inteligentes, ese tiempo se vuelve aún más escaso. Por lo tanto, al crear un curso eLearning, es esencial que mantenga la duración entre 20 y 30 minutos como máximo.
Por otro lado, cuando se adentra en la creación de cursos mLearning, la clave radica en la brevedad. Diseñe mini módulos con una duración máxima de 3 a 10 minutos. Si opta por utilizar videos, asegúrese de que no excedan los 3 minutos. Después de todo, la idea es no abarrotar el ancho de banda y permitir que sus colaboradores accedan al contenido de manera fluida y sin interrupciones.
En última instancia, el tiempo de sus colaboradores es valioso. Al ajustar la duración de sus cursos a estas pautas, está demostrando un profundo respeto por sus horarios y ritmos, lo que a su vez fomenta una experiencia de aprendizaje más comprometida y efectiva.
En el fascinante mundo de la formación virtual, tanto el eLearning como el mLearning han emergido como protagonistas de un viaje que transforma la manera en que aprendemos y enseñamos. Ya no se trata de una simple elección entre escritorios y dispositivos móviles, ni de la duración del contenido. Es sobre comprender las necesidades únicas de sus colaboradores y combinar ambas modalidades en una estrategia de formación cohesiva y poderosa.
Imagínese brindar cursos eLearning que permitan adquirir conocimientos profundos y habilidades esenciales mientras se encuentran en su estación de trabajo. Ahora, visualice también cursos mLearning que puedan ser consumidos en ráfagas cortas mientras viajan o esperan en una sala de espera. La elección no debería ser entre una u otra, sino cómo integrar ambas enfoques para satisfacer las demandas de sus colaboradores modernos y en constante movimiento.
Entonces, ¿cómo puede trazar un camino efectivo que abrace ambas modalidades? ¿Qué contenido requiere la inmersión profunda del eLearning y cuál se adapta mejor al formato de microaprendizaje del mLearning? ¿Cómo puede crear una experiencia de usuario fluida que permita transiciones sin esfuerzo entre dispositivos? Estas son preguntas cruciales que deberían guiar su reflexión.
En última instancia, se trata de encontrar el equilibrio perfecto. La formación no es solo una transmisión de información, sino un proceso de empoderamiento. Al contemplar tanto el eLearning como el mLearning en su estrategia, está honrando la diversidad de estilos de aprendizaje, contextos y necesidades de sus colaboradores. Es la oportunidad de brindarles la libertad de elegir cuándo y cómo acceder al conocimiento, potenciando así su crecimiento personal y profesional.
En resumen, no se trata de eLearning o mLearning. Se trata de ambos, fusionados en una sinfonía educativa que resuena con la modernidad y la eficacia. La pregunta final es: ¿está listo para construir esta estrategia integrada de formación que abraza la versatilidad y la evolución constante del aprendizaje? La respuesta está en sus manos.
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