En el ámbito del eLearning, enfrentamos una crisis silenciosa pero profunda: los cursos, a pesar de su accesibilidad y conveniencia, a menudo no logran mantener la atención e interés de los colaboradores.
Esta falta de compromiso se convierte en un problema serio cuando pensamos en el desarrollo profesional y el crecimiento continuo. No es solo que los colaboradores comienzan los cursos con entusiasmo y luego pierden interés; es que la mayoría de estos cursos fallan en resonar con sus necesidades reales y cotidianas, haciendo que incluso los más motivados se sientan desvinculados y desmotivados.
La situación es aún más crítica con los cursos no obligatorios, donde la falta de requerimiento formal para completarlos se traduce directamente en desinterés y abandono. Esto no solo refleja un desperdicio de recursos, sino también una oportunidad perdida de fortalecer habilidades y competencias clave en la organización.
Este es el momento de transformar radicalmente nuestra aproximación al diseño de cursos, enfocándonos en la calidad y relevancia del aprendizaje más que en la cantidad de contenido ofrecido.
En este artículo, nos enfocaremos en abordar este desafío. Vamos a explorar y compartir ideas prácticas sobre cómo transformar cursos aburridos en experiencias de aprendizaje dinámicas y motivadoras que realmente enganchen y satisfagan a los colaboradores, haciéndolos parte esencial y valorada de su desarrollo profesional.
1) Utilice la técnica de storytelling: Vaya más allá de los hechos
La técnica de storytelling o narración de historias es una estrategia efectiva para transformar cursos eLearning que pueden parecer simples listados de información en experiencias realmente cautivadoras.
En esencia, el storytelling implica contar historias para presentar la información, en lugar de solo exponer datos o hechos. Esto es crucial porque, de manera natural, a las personas les encantan las historias; nos conectamos con ellas, las recordamos más fácilmente y nos motivan a seguir aprendiendo.
¿Por qué debería usar storytelling en eLearning?
Cuando un curso está lleno de texto denso y datos, puede sentirse pesado y aburrido. Esto hace que sea difícil para los colaboradores mantenerse concentrados y realmente absorber la información. Aquí es donde el storytelling cambia el juego: al convertir esos datos en una historia interesante, el contenido se vuelve más atractivo. Las historias pueden generar emociones y construir un contexto alrededor de los hechos, lo que ayuda a las personas a entender mejor y retener la información.
¿Cómo aplicar el storytelling en su curso?
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Cree un conflicto o un reto: Empiece con un problema o una situación que el personaje principal debe resolver. Esto establece un objetivo y una trama que guían toda la historia.
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Desarrolle personajes con los que se pueda identificar: Introduzca personajes que reflejen las luchas o los éxitos de sus colaboradores. Que estos personajes enfrenten decisiones o situaciones similares a las que podrían enfrentar los aprendices en la vida real.
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Utilice emociones para conectar: Las historias que despiertan emociones son más impactantes y memorables. Incluso en un contexto formativo, sentir empatía por un personaje o preocupación por un desafío puede hacer que el contenido sea más significativo.
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Incorpore elementos visuales y auditivos: Apoye sus historias con imágenes, sonidos y vídeos que ayuden a ilustrar los puntos clave y hagan la narración más dinámica.
Ejemplos de cómo utilizar el storytelling:
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Historias de Éxito y Fracaso: Puede compartir relatos de personas reales dentro de su empresa que hayan enfrentado desafíos similares a los temas del curso. Por ejemplo, en un curso sobre gestión del tiempo, cuente la historia de un empleado que transformó su productividad después de aplicar técnicas específicas que se enseñan en el curso.
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Anécdotas de Clientes: En cursos destinados a mejorar la atención al cliente, utilice historias que muestren la perspectiva del cliente, desde una experiencia negativa hasta cómo fue transformada por un servicio excepcional. Esto puede ayudar a los estudiantes a entender el impacto de su trabajo en la vida real de las personas.
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Simulaciones de Decisiones: Crea un escenario en el que el colaborador deba tomar decisiones basadas en la narrativa del curso. Por ejemplo, en un curso de ética empresarial, presente una historia en la que el personaje se enfrenta a una disyuntiva ética. A lo largo del módulo, las personas toman decisiones en nombre del personaje, lo que les permite ver las consecuencias de sus elecciones en un contexto simulado pero realista.
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Viaje Heroico: Utilice la estructura clásica del viaje del héroe para cursos de desarrollo personal o profesional. Presente al personaje principal en una situación común, luego envíelo a través de varios desafíos, donde cada módulo del curso ofrece las herramientas necesarias para superar esos obstáculos, culminando en una transformación significativa al final del curso.
Lectura recomendada: Evite la sobrecarga de contenidos: Cinco reglas para el diseño de eLearning
2) Humanizar el contenido
¿Qué prefiere usted cuando aprende algo nuevo: un documento lleno de términos técnicos o una conversación con alguien que entiende y explica esos términos claramente? La mayoría de nosotros elegiríamos la segunda opción, porque se siente más personal y cercano.
Este principio es esencial en el diseño de cursos eLearning. Humanizar un curso es una necesidad para conectar verdaderamente con la audiencia y hacer que el aprendizaje sea una experiencia agradable.
¿Por qué es clave la parte humana en los cursos eLearning?
Humanizar los cursos significa hacer que el contenido y la experiencia de aprendizaje sean menos formales y más cercanos, como si hubiera un instructor real y accesible guiando al estudiante a través del proceso. Esto es crucial porque los cursos que carecen de este elemento humano pueden resultar aburridos y alienantes, lo que a menudo lleva a una baja participación y tasas de finalización.
Cómo se puede humanizar un curso eLearning?
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Introduzca instructores o avatares amigables: Los avatares o videos de instructores que hablan directamente a la cámara pueden crear una sensación de interacción cara a cara. Es como tener un mentor personal que guía al colaborador a lo largo del curso.
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Utilice ejemplos y anécdotas relatables: Compartir historias relevantes o experiencias personales ayuda a los colaboradores a ver cómo se aplican los conceptos en la vida real, haciendo el aprendizaje más tangible y menos teórico.
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Fomente la interacción y el diálogo: Incluya ejercicios donde las personas puedan expresar sus opiniones o reflexionar sobre lo aprendido. Esto puede ser a través de foros de discusión, sesiones de preguntas y respuestas en vivo, o trabajos en grupo.
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Ofrezca feedback personalizado: Responder a las tareas y preguntas de los trabajadores de manera que se sientan escuchados y valorados puede hacer una gran diferencia en cómo perciben el curso.
Al final, se trata de hacer que el contenido sea familiar y asegurarse de que, aunque las personas estén aprendiendo desde una plataforma digital, sientan la calidez y el apoyo de una experiencia formativa real y comprometida.
3) Manténgase alejado de la jerga
Aunque a veces no se le da la importancia que merece, el tono de voz y la claridad del contenido pueden ser decisivos en el éxito o fracaso de un curso eLearning.
Si el contenido está saturado de jerga técnica o términos complicados, puede resultar intimidante y poco accesible, desmotivando a los estudiantes.
Por el contrario, un lenguaje claro, cercano y amigable, que evite el exceso de tecnicismos, puede hacer que el aprendizaje sea más agradable y efectivo.
Los colaboradores se sienten más cómodos y confiados al interactuar con el material, lo que a su vez puede llevar a una mejor retención de la información y a una aplicación más efectiva de los conocimientos adquiridos.
Consejos para simplificar el lenguaje en eLearning:
Simplificar el lenguaje en cursos eLearning es crucial para asegurarse de que todos los colaboradores que tomarán el curso puedan comprender y retener la información presentada.
Aquí compartimos algunos consejos para hacer el lenguaje de sus cursos más accesible:
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Use oraciones cortas y claras: Evite las oraciones largas y complicadas. Las oraciones cortas y directas son más fáciles de entender y mantienen la atención del estudiante.
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Limite el uso de vocabulario técnico: Cuando sea necesario incluir términos técnicos, asegúrese de definirlos claramente la primera vez que aparecen. Considere agregar un glosario al curso para que las personas puedan consultar términos desconocidos en cualquier momento.
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Emplee la voz activa: La voz activa es más directa y fácil de seguir que la voz pasiva. Por ejemplo, en lugar de decir "La tarea será realizada por el estudiante", diga "El estudiante realizará la tarea".
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Incluya analogías y metáforas: Las analogías y las metáforas pueden ayudar a los estudiantes a entender conceptos complejos al relacionarlos con algo que ya conocen.
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Utilice preguntas frecuentes (FAQs) para aclarar puntos complicados: Cree una sección de preguntas frecuentes que aborde las consultas comunes y explique los conceptos difíciles en un lenguaje sencillo.
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Apóyese en recursos visuales: Imágenes, diagramas y videos pueden hacer que el contenido sea más comprensible y menos dependiente del texto, lo que ayuda a aquellos que tienen dificultades con la lectura o prefieren aprender visualmente.
También leer: 6 técnicas para escribir contenido más conciso en sus cursos eLearning
4) Evite las experiencias de aprendizaje pasivas
¿Alguna vez ha sentido que simplemente está haciendo clic a través de las pantallas sin realmente involucrarse con el material de un curso eLearning?
Este es un ejemplo clásico de una experiencia de aprendizaje pasiva, donde las personas son meras espectadoras de la información presentada. Este tipo de aprendizaje suele ser olvidado rápidamente, ya que no incentiva a la persona a interactuar profundamente con el contenido.
El aprendizaje pasivo se caracteriza por actividades como leer texto o ver videos sin una interacción significativa. Los colaboradores pueden completar el curso, pero sin una comprensión profunda o una retención a largo plazo de la información.
Por el contrario, el aprendizaje activo transforma al colaborador de un receptor pasivo a un participante activo, implicándolo directamente en el proceso formativo a través de la discusión, la práctica y la reflexión.
¿Por qué evitar el aprendizaje pasivo? El aprendizaje pasivo tiende a ser monótono y poco estimulante. Las personas pueden sentirse desconectadas y aburridas, lo que reduce su motivación para completar el curso o aplicar lo aprendido.
Además, este tipo de aprendizaje no favorece el desarrollo de habilidades críticas como el análisis, la resolución de problemas y la creatividad.
¿Cómo transformar el contenido pasivo en activo? Aquí algunos consejos:
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Integre actividades interactivas: Incluya tareas que requieran que los colaboradores apliquen lo que han aprendido. Esto puede ser a través de simulaciones, juegos educativos o estudios de caso que requieran análisis y toma de decisiones.
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Fomente la colaboración: Utilice herramientas que permitan a los colaboradores trabajar en proyectos de grupo o participar en debates en línea. Esto no solo hace el aprendizaje más dinámico, sino que también ayuda a construir habilidades sociales y de comunicación.
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Personalice el aprendizaje: Ofrezca a los estudiantes opciones para explorar temas que les interesen o les permitan profundizar en áreas específicas.
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Utilice la gamificación: Elementos de juego como puntos, insignias y tablas de liderazgo pueden hacer el aprendizaje más atractivo y divertido. Establezca metas claras y recompense el progreso para mantener a los estudiantes motivados.
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Incorpore la reflexión y la retroalimentación: Anime a las personas a reflexionar sobre lo que han aprendido y cómo aplicarlo en su vida o trabajo. Proporcione retroalimentación frecuente para guiar su desarrollo y ajustar el proceso de aprendizaje según sus necesidades.
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Evaluación formativa continua: En lugar de pruebas y exámenes tradicionales, utilice evaluaciones continuas que permitan a las personas demostrar su comprensión de formas creativas y aplicadas.
5) Piense en términos de utilidad
Contenido útil y accionable es aquel que los colaboradores pueden aplicar de inmediato en sus tareas cotidianas. Por ejemplo, si un curso enseña técnicas de atención al cliente, debería permitir a los empleados practicar esas técnicas, no solo leyendo sobre ellas.
¿Por qué es clave? Es clave porque el aprendizaje que no se aplica es tiempo y recursos desperdiciados. Los trabajadores se sienten más motivados y comprometidos cuando pueden ver el impacto directo de lo que aprenden en su eficiencia y éxito profesional.
¿Cómo lograrlo? Aquí van algunos consejos para hacer que el contenido de su curso sea práctico y atractivo:
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Identifique necesidades reales: Antes de crear el curso, identifique las habilidades y conocimientos que realmente necesitan sus empleados. Esto puede lograrse mediante encuestas o entrevistas con ellos y sus supervisores.
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Conecte con la realidad laboral: Cada parte del curso debe enseñar algo que las personas puedan usar de inmediato en su trabajo. Por ejemplo, si está haciendo un curso de atención al cliente, incluya ejercicios donde practiquen responder a clientes difíciles.
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Use escenarios reales: Integre situaciones que los empleados podrían encontrar en su día a día. Esto hace que el curso sea más interesante y les muestra cómo usar lo aprendido.
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Reflexión y aplicación: Después de cada lección importante, pida a los colaboradores que piensen cómo usarán lo aprendido. Esto ayuda a que recuerden y apliquen mejor el contenido.
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Muestre beneficios claros: Desde el principio, explique qué ganarán con el curso. Si ven los beneficios de aprender algo nuevo, es más probable que se interesen y terminen el curso.
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Mida el impacto: Implemente maneras de medir cómo el curso está afectando el desempeño laboral. Esto puede ser a través de evaluaciones antes y después del curso o feedback de los supervisores sobre el desempeño del empleado tras aplicar lo aprendido.
6) Utilice el humor
Incorporar humor en los cursos eLearning no se trata simplemente de contar chistes o hacer bromas. Más bien, el humor puede ser una herramienta pedagógica efectiva que aligera el tono de la enseñanza, hace el contenido más accesible y aumenta la retención de información.
El humor puede incluirse de maneras sutiles, como mediante ilustraciones divertidas, ejemplos ingeniosos o situaciones hipotéticas que añaden un toque ligero y relajado al aprendizaje.
¿Por qué usar humor en eLearning? El humor, cuando se utiliza correctamente, puede ayudar a romper la formalidad y crear una conexión emocional con la audiencia. Esto hace que el ambiente de aprendizaje sea menos intimidante, lo que puede fomentar una mayor participación y compromiso.
Además, el humor puede ser un excelente rompehielos y una forma de hacer que el contenido complicado sea más digerible.
La clave está en usar el humor estratégicamente. Aquí le compartimos cómo lograrlo:
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Conozca a su audiencia: Asegúrese de saber quién es su audiencia. Lo que hace reír a un grupo puede que no funcione para otro. Considere factores como la edad, el contexto cultural y las sensibilidades personales.
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Relacione el humor con el tema: Use anécdotas que estén directamente relacionados con lo que está enseñando. Por ejemplo, si está dando un curso sobre programación, podría hacer una broma sobre lo confuso que puede ser aprender un nuevo lenguaje de programación, comparándolo con intentar ordenar café en un país extranjero.
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Use el humor con moderación: El humor debe ser como el condimento en una comida, no el ingrediente principal. Use chistes o comentarios divertidos para romper la monotonía, pero sin abusar.
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Evite ofender: Asegúrese de que su humor sea respetuoso y no utilice estereotipos o burlas. El objetivo es hacer reír, no incomodar o herir a alguien.
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Ejemplos creativos: Presente escenarios o ejemplos que utilicen analogías divertidas o comparaciones inesperadas que resalten el contenido de manera memorable.
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Lenguaje informal: A veces, simplemente relajar el tono del lenguaje y usar expresiones más coloquiales puede hacer que el material sea más relajante y agradable.
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Historias con un giro humorístico: Contar historias que incluyan un elemento sorprendente o humorístico puede hacer que los conceptos clave se destaquen y sean más recordados.
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