Imagine el siguiente escenario: Acaba de iniciar con un proyecto con el que está muy entusiasmado. Se reúne con la persona que le asignan como asesor y como primera tarea acuerdan que realice la conceptualización y planeación.
Reunión 1: Pese a que usted había enviado previamente sus avances los lee en ese instante; le dice que esa no es la idea que él tenía en mente y le explica lo que a él le gustaría ver para que reestructure el proyecto.
Reunión 2: Hizo su mayor esfuerzo por hacer algo cercano a sus expectativas pero su asesor entusiasmado le dice que tiene ideas nuevas y le propone un cambio de proyecto. Le contagia su emoción, acepta y empieza a trabajar.
Reunión 3: Vuelven a reunirse y lee su trabajo, le da observaciones ambiguas y señala que ha pasado mucho tiempo para el bajo nivel de progreso así que le pide regresar a la idea original. Ya han pasado 3 meses, ¿cómo se sentiría?
Aunque sea por factores que no tienen relación directa con usted, el asunto es que no logró su cometido y esa sensación de vacío e impotencia que siente es la frustración.
La frustración es una emoción que puede llegar a provocar desmotivación y abandono de las metas y proyectos, y no dude que es una emoción muy común para quienes se enfrentan a una modalidad de aprendizaje nueva sin las herramientas y conocimientos adecuados.
El eLearning, por ser una modalidad de aprendizaje de reciente incursión, nos proporciona variadas y nuevas oportunidades pero también trae consigo dificultades que pueden desmotivar a nuestros estudiantes en línea; provocando rechazo o incumplimiento de los objetivos de aprendizaje.
La frustración del estudiante en línea, es un tema que aborda Federico Borges (2005), a partir de una investigación donde se identificó que la frustración se debía a acciones y carencias por parte de los múltiples agentes que intervienen en la formación, tales como: la cultura en la empresa o institución, la estrategia de aprendizaje, la persona que diseña la instrucción o el propio estudiante.
Como estudiante en línea y diseñadora instruccional, me ha surgido el interés por escribir sobre este importante tema, integrando mi experiencia en ambos roles, pues considero que conocer estas razones nos permitirá eliminar aquello que está obstaculizando el aprendizaje de nuestros alumnos
No mande a sus estudiantes a la guerra sin armas, conozca las carencias específicas de los tres principales agentes que originan la frustración:
1. Tiene falsas expectativas
Como estudiantes en línea seguimos pensando que la modalidad eLearning requiere un mínimo de esfuerzo o involucrarnos poco en el proceso. Esto es falso, el aprendizaje en línea requiere tanto esfuerzo como el aprendizaje por cualquier medio. Incluso requiere que tenga ciertas competencias tecnológicas que le permitan saber dónde está cada botón y cómo encontrar lo que necesita.
Que haya aprobado exitosamente sus cursos presenciales no significan que lo haga así en un sistema en línea, tendrá que desarrollar destrezas y habilidades nuevas como ser autónomo y autodidacta. Si está acostumbrado a despreocuparse y hacer lo mínimo por aprobar un curso, seguro no obtendrá un resultado exitoso con la modalidad eLearning.
2. No asigna el tiempo suficiente
¿Le ha pasado que posterga tomar su curso en línea y lo deja para el último momento porque tiene la sensación de que lo acabará rápido? Parece que otra idea común que persiste es que podemos tomar un curso en línea en nuestros ratos libres o que necesitamos invertirle poco tiempo.
Cuando no estamos muy familiarizados con la modalidad eLearning, debemos considerar que ésta implica aprender a organizarnos y administrar bien nuestras actividades para asignar el tiempo suficiente en un ambiente relajado que nos permita concentrarnos. Recuerde que estará en un proceso de aprendizaje.
3. Tomar un curso que no corresponde a sus objetivos
¿Se ha encontrado con un curso al que no le ve utilidad? Esto puede pasar cuando el curso tiene un nivel diferente a sus conocimientos, ya sea porque tenga conceptos de difícil comprensión o que sea muy sencillo y no le aporte algo nuevo o simplemente el tema no le sirva para realizar sus actividades diarias; la cuestión es que si no ve caso tomarlo seguramente le causará frustración.
1. No haber sido estudiante en línea
¿Diseña cursos en línea y nunca ha tomado uno? ¡Qué espera! Es esencial que experimente en carne viva todo lo que involucra ser un estudiante en línea. Esto le permitirá comprender los elementos que realmente intervienen en el proceso de aprendizaje, las habilidades que debe poner a prueba y la forma de interactuar con el contenido; al mismo tiempo le permitirá evaluar su trabajo.
2. No responder o responder muy tarde
Imagine la frustración que debe sentir un estudiante que se enfrenta por primera vez a esta forma de aprendizaje y no recibe instrucciones, éstas son confusas, o peor, que pida ayuda y no le respondan. Siempre debe haber alguien a cargo de ayudar y dar solución a las consultas. Un simple: “lo investigo y le aviso” hacen sentir al estudiante tomado en cuenta y motivado. Muéstrese accesible para que sus estudiantes no tengan miedo a comunicarle sus dudas y problemas, esto será un gran motivante.
3. No dar indicaciones claras
Tenga en cuenta los diferentes perfiles de sus estudiantes. Los que están conociendo el nuevo sistema, evidentemente pasarán por un periodo de crisis y adaptación. Los que tomaron uno hace mucho tiempo tendrán que recuperar ciertas habilidades; y los que ya han tomado cursos en línea quizá desconozcan esa plataforma educativa. El caso es que las instrucciones claras son esenciales. No saber qué hacer o no entender qué pasos hay que seguir, es desalentador. No piense que como sus estudiantes ya han tomado cursos de ese tipo no requieren indicaciones e información clara.
Tenga por seguro que si da instrucciones claras a sus estudiantes, las situaciones problemáticas van a disminuir.
4. Sobrecargar a los estudiantes
Póngase en el lugar de sus estudiantes, considere su carga de trabajo y piense de forma realista cuánto tiempo efectivo podrán dedicar. Considere que no debe exigirles muchas horas de estudio en cortos plazos de tiempo. El eLearning requiere tiempo, esfuerzo y dedicación.
5. No fomentar la interacción y colaboración
¿Sus estudiantes no tienen la necesidad de interactuar con otros porque sus cursos son de autoaprendizaje? Nunca olvide que el aprendizaje es un proceso de construcción del conocimiento donde interactuar con los demás para compartir información o puntos de vista, es enriquecedor. Hacerlos sentir parte de un grupo y saber que tienen metas en conjunto favorece su aprendizaje. No fomente la división y aislamiento porque provocará desmotivación y abandono.
1. Desconocen canales de ayuda
Es común que olvidemos indicar a los estudiantes dónde y cómo pedir ayuda, ya sea en relación a cuestiones administrativas, de contenidos o de su plan de capacitación. Conocer esto puede facilitar la resolución de problemas a tiempo. El estudiante debe saber con qué cuenta, dónde se encuentra lo qué necesita y cómo utilizarlo.
2. No tienen en cuenta los recursos tecnológicos que necesita
Aunque parece obvio, algunos no toman en cuenta lo que sus estudiantes van a necesitar cuando toman un curso, elementos tan básicos como saber si dispone de una computadora con ciertas características, conexión a internet con determinada velocidad, celular con ciertas especificaciones, entre otros. Es necesario tomarlos en cuenta y en caso de que el alumno no cuente con lo que necesita, debemos proporcionárselo porque carecer de alguno de estos recursos puede ser un obstáculo insalvable y causar frustración y desmotivación.
3. No contar con un equipo de soporte técnico adecuado
No siempre el líder de capacitación es la persona ideal para lidiar con problemas técnicos, es necesario que haya un especialista que ofrezca distintos medios de comunicación: correo electrónico, teléfono, mensajes, etc. Éste debe ser amable, poseer conocimiento de los programas y equipo que tiene el estudiante para saber exactamente el origen del problema. Tenga en cuenta que debe dedicar presupuesto y personal suficiente a esta labor.
4. Tener ideas erróneas
Su capacitación siempre ha sido presencial, decide implantar la modalidad en línea y ¿piensa que sus estudiantes no requieren desarrollar nuevas estrategias y destrezas? No puede estar más equivocado.
Antes de iniciar debe proporcionarles conocimientos esenciales que les ayuden y orienten para aprovechar al máximo esta nueva modalidad de capacitación. También es necesario que sepan cuál es su plan de aprendizaje, cuál es la duración de su curso y cuánto tiempo deben invertir, qué estrategias y destrezas deben aplicar, etc.
5. No verifican la efectividad de recursos
Verifique antes que los materiales posean la calidad necesaria para que se lean y visualicen correctamente, tengan un contenido significativo, el formato sea el apropiado y la usabilidad adecuada.
Tome nota de estos elementos y haga su propio checklist de acciones preventivas. Ayude a sus estudiantes y no haga que su primer contacto con un curso en línea se convierta en una frustración.
Referencias
BORGES, Federico (2005). «La frustración del estudiante en línea. Causas y acciones preventivas». Digithum [artículo en línea]. UOC. N.º 7. [Fecha de consulta: 03/08/2015].
<http://www.uoc.edu/digithum/7/dt/esp/borges.pdf>