¿Recuerda cómo aprendió matemáticas?
Usted atravesó cuatro etapas. Aprendió la definición de lo que es sumar, restar, multiplicar y dividir. Luego, su maestro le enseñó a sumar, restar, multiplicar y dividir. Después realizó prácticas para reforzar la teoría y, finalmente, venían los exámenes. Así es como se lleva a cabo todo el aprendizaje, y no es diferente con eLearning.
La lección aquí es que un proceso de aprendizaje efectivo no se trata solamente de utilizar tecnología sofisticada y elementos visuales que impacten. Lo principal es contar con una estrategia de diseño instruccional sólida que realmente incentive la transmisión de conocimiento.
En este post vamos a explorar el modelo: Decir- Demostrar- Hacer- Aplicar. Este es un punto de partida útil para desarrollar cursos eLearning realmente efectivos, ya que cubre las etapas críticas requeridas en el proceso de aprendizaje.
1) Informar (Decir)
Todo aprendizaje tiene que empezar con el conocimiento en su forma básica. Esta etapa es un canal de comunicación de una sola vía, donde no es necesario que haya interacción por parte del alumno; es esencial que se presente la información al estudiante. Aquí se introducen los conceptos, los hechos, los pasos de un procedimiento; y las características y partes de un objeto, proceso o idea.
Estas son las estrategias de enseñanza por tener en cuenta en esta fase:
- Utilizar técnicas apropiadas que llamen la atención. Lea este blog para más ideas.
- Plantear los objetivos de aprendizaje para establecer la relevancia y saciar su interés.
- Responder las preguntas: ¿Qué, por qué, cómo, cuándo?
Herramientas adicionales que le ayudarán a alcanzar sus fines en esta fase:
- Preguntas: Haga preguntas para poner a los estudiantes a reflexionar sobre su nivel de aprendizaje previo.
- Diagramas de flujo: Utilice estos diagramas para presentar una visión general del contenido.
- Metáforas: Utilice estas herramientas para impartir un sentido de familiaridad con conceptos desconocidos.
- Historias: ¡No hay mejores ganchos para iniciar un curso!
- Elementos visuales (infografías, fotos, diagramas): Las fotografías hacen un mejor trabajo en explicar algún asunto complejo que las palabras.
2) Demostrar
Esta es la fase de demostración donde usted proporciona ejemplos específicos y pruebas reales de los conceptos, principios y procesos introducidos en la fase anterior para ayudar en la siguiente fase a los estudiantes a aplicar sus conocimientos.
Todos los estudiantes tienen que entender el contenido para que puedan utilizarlo y aplicarlo en la vida real.
Aquí están las estrategias de enseñanza durante esta segunda etapa:
- Ejemplos: Explicar con ejemplos y analogías los escenarios de la vida real con que los alumnos puedan relacionarse. Esto refuerza la relevancia del curso. En algunos casos, lanzando unos “contra ejemplos” junto con los ejemplos puede aclarar conceptos y procedimientos.
- Personalizar la experiencia: Diseñar el curso para que sus estudiantes estén a cargo del ritmo al que quieren aprender es vital, de esta forma podrán repasar, devolverse o saltarse partes según su nivel e intereses.
- Resúmenes: Hacer una lista o resumen de los puntos críticos de aprendizaje, especialmente después de una actividad demostrativa compleja.
Hay varias herramientas que puede utilizar para demostrar conceptos y principios a los alumnos:
- Casos de estudio: Los alumnos adultos suelen engancharse por este enfoque de aprendizaje basado en problemas.
- Escenarios: Crear escenarios realistas en los cuales los personajes demuestren autoridad pero a la vez sean amigables y familiares.
- Simulaciones: Simulaciones imitan la realidad del alumno y sitúan el aprendizaje en contexto, manteniendo enganchados a los alumnos que participan.
- Videos: Estos recursos especialmente ayudan a los estudiantes a visualizar la información y muestran relaciones compleja que a veces es más complicado explicar que solo con imágenes. Leer más: 5 maneras de utilizar video en sus cursos eLearning
3) Hacer (practicar)
Esta es la parte de práctica o la fase de su curso de “HACER”, donde los estudiantes ponen a prueba los conocimientos que han adquirido y las habilidades que han aprendido ya sea en una sección, módulo o el curso en general.
Estas son algunas de las estrategias de enseñanza a tener en cuenta en esta etapa:
- Realice actividades de práctica de forma constante (no solo al final del curso). La repetición ayuda a fomentar el aprendizaje y el recuerdo.
- Concéntrese en actividades que imitan la realidad de las personas en su trabajo.
- Elija la actividad de práctica apropiada dependiendo de la naturaleza del contenido.
- Ofrezca realimentación, para que se convierta en una oportunidad de aprendizaje.
Las siguientes herramientas le ayudarán a diseñar actividades prácticas eficaces:
- Ejercicios: Son ideales para la práctica de habilidades fundamentales.
- Simulaciones: Estos son apropiados para la práctica de contenidos a nivel de aplicación.
- Juegos: Involucran a los estudiantes y proporcionan un descanso bien merecido, siempre y cuando se mantengan relevantes para el contenido que se aprendió.
Leer también: 5 consejos que todo principiante del eLearning debe saber
4) Aplicar por medio de evaluaciones y en la vida real
Esta es la evaluación o la fase “Ponganme a prueba” que evalúa el rendimiento del estudiante contra partir de los objetivos de aprendizaje establecidos.
Aquí están las estrategias de enseñanza por tener en cuenta a la hora de incentivar a sus estudiantes a aplicar el conocimiento:
- Mapa de evaluación de los objetivos de aprendizaje.
- Utilice “pre-tests” para identificar las brechas de aprendizaje.
- Utilice “post-test” para evaluar las ganancias de aprendizaje.
Lea más: 6 maneras diferentes de evaluar a sus alumnos en eLearning
Puede utilizar las siguientes herramientas para animar a los estudiantes a tomar el aprendizaje de nuevo y aplicarlo en sus puestos de trabajo:
- Preguntas de repaso
- Juegos
- Simulaciones
- Juegos
Dentro de su curso, asegúrese de ayudar a sus colaboradores a tomar acción con el conocimiento adquirido. Empiece por ayudarles a planificar los próximos pasos para aplicar sus conocimientos en el trabajo. Por ejemplo, en un curso de servicio al cliente, los alumnos pueden empezar a definir sus propios guiones personalizados para cierto tipo de llamadas y establecen metas para ofrecer y vender productos a los clientes.
Conocer la estrategia instruccional adecuada y el formato de contenido específico le ayudarán a alcanzar los objetivos de aprendizaje y a enganchar a sus trabajadores.