El eLearning es una modalidad en auge y constante cambio. Nuevas herramientas de autoría, el uso de dispositivos móviles y novedosas estrategias de aprendizaje aplicadas a la tecnología, entre otros… son algunos de los factores que intervienen en el desarrollo de cursos eLearning.
Con toda esta información y cambios en el ambiente, existe una amplia posibilidad de que cometamos diversos errores al crear un curso. Por eso, a continuación le presentamos los 7 NO del eLearning que debe evitar.
No se olvide del estudiante
En algunas ocasiones, las presiones y urgencias diarias al diseñar un curso eLearning nos llevan a desarrollar las capacitaciones olvidándonos de uno de los elementos más importantes: los estudiantes.
La única forma para definir qué se va a enseñar, cuándo y cómo es conocer el público meta de nuestro curso, es decir, los estudiantes que llevarán la capacitación.
De acuerdo con las características de la audiencia, podemos definir las estrategias didácticas más adecuadas para propiciar el aprendizaje y la asimilación de los contenidos que queremos transmitir.
No mezcle distintas líneas gráficas
Utilizar diferentes colores, estilos, logotipos… en los cursos que desarrollamos impide que el estudiante se identifique con nuestra organización, a la vez que se pierde la identidad corporativa.
En muchas ocasiones los diseñadores instruccionales encargados de desarrollar los proyectos de eLearning no cuentan con las habilidades de un diseñador gráfico, por lo que aprovechar y utilizar todos los recursos creados para la imagen de la compañía es la mejor decisión.
Ya sea que su proyecto esté enfocado en un público externo o en sus colaboradores, es recomendable darle un rostro, una personalización que distinga y posicione a su organización en la mente de la audiencia.
No evalúe únicamente al final del curso
Hacer un examen al final del curso y concentrar toda la evaluación en ese punto puede causar reacciones negativas en los estudiantes.
Seguir el avance y desempeño de los colaboradores durante su capacitación mediante actividades de repaso permite medir el nivel de asimilación y entendimiento de los nuevos conocimientos. Aproveche el carácter dinámico e interactivo del eLearning para realizar juegos, simulaciones o ya sea ejercicios.
No bloquee la navegación
Si bien es cierto, la mayoría de las veces desarrollar un curso eLearning requiere que la organización invierta recursos valiosos y no podemos correr el riesgo de que los estudiantes no revisen todo el contenido, bloquear la navegación no es la forma de solucionarlo.
Si nuestra preocupación es que los estudiantes salten de pantalla en pantalla, sin prestar atención, cree un curso que se relevante para el alumno y lo motive a prestar atención al contenido. Despierte el interés de los estudiantes y dé la libertad para que aprendan a su modo.
No tome un curso tradicional para usarlo como eLearning
Uno de los errores más frecuentes que se cometen es tomar un curso tradicional o presencial y colocarlo en línea, haciéndolo pasar como eLearning.
Imagine por un momento… ¿qué aprendería el estudiante si usamos un Power Point que el profesor utiliza como referencia en una clase presencial como un curso virtual? Probablemente nada, sería una presentación de diapositivas aburridas que no explican claramente la información.
Si desea tomar un curso tradicional y convertirlo en eLearning, debe transformar el contenido, no trasladarlo de formato.
No agregue elementos que resulten distractores
Una estrategia común para mantener la atención de los estudiantes a lo largo del curso es agregar recursos auditivos, visuales, con una reflexión o con datos que resulten relevantes para sus necesidades de aprendizaje.
En la mayoría de los casos estos recursos alcanzan el objetivo, sin embargo, también el uso excesivo puede distraer la atención del estudiante y reducir la efectividad del curso.
Aproveche la naturaleza interactiva del eLearning y utilice distintas estrategias con mesura, por ejemplo: analogías, simulaciones, casos de estudio, entre otros.
No trate de incluir todo
Sabemos que usted está entusiasmado con su contenido y todo lo que puede hacer con él - y seguramente quiere decir a sus alumnos tanto como sea posible. Eso es genial, pero asegúrese de que la cantidad de contenido no abrume el diseño del curso.
Con un tamaño de fuente razonable y dejando una buena cantidad de espacio en blanco en la pantalla le ayudará a hacer el contenido más fácil de consumir. Haga que su equipo de diseño participe desde el principio en el proceso de creación de contenidos para ayudar a establecer las expectativas sobre la cantidad de texto que se puede incluir en una pantalla sin comprometer la legibilidad de este.
La clave está en brindar a los alumnos el contenido poco a poco, ya sea fragmentando el texto, utilizando viñetas u organizar la información en pasos. ¡El método de tratar de incluir tanta información como sea posible casi nunca funciona! Así que céntrese menos en la sobrecarga de información y más la información que necesitan sus estudiantes para realizar sus funciones diarias.