Probablemente haya notado que el panorama de la capacitación corporativa y el eLearning está en pleno cambio. Los colaboradores, o si lo prefiere, los consumidores de sus programas formativos, ya no se conforman con lo tradicional. Los modelos que en su día fueron revolucionarios ahora parecen casi arcaicos. El mundo avanza, y con él, las expectativas de sus equipos respecto a cómo, cuándo y qué aprender.
Si desde que leyó el título de este artículo se encuentra preguntándose: "¿Qué es lo que realmente desean mis colaboradores de los programas de eLearning que ofrezco?", está en el lugar correcto.
Aquí le proporcionaremos respuestas claras y estrategias accionables.
Si no ha empezado ya a revisar y adaptar sus programas de formación existentes, es momento lo considere. No se trata solo de mantenerse al día; se trata de liderar el cambio. De tomar las riendas y dirigir la transformación que su empresa necesita para no solo sobrevivir, sino prosperar en este nuevo escenario.
Si está listo para tomar nota y poner en marcha cambios significativos, entonces continúe leyendo. Abordaremos tanto las expectativas cambiantes de sus colaboradores como las estrategias accionables que puede implementar hoy mismo para mantenerse a la vanguardia.
Si estamos hablando de los Millennials, que ya constituyen una parte significativa de la fuerza laboral, o incluso de los profesionales más veteranos que se han adaptado a las nuevas tecnologías, todos tienen algo en común: tolerancia cero para el mal funcionamiento tecnológico.
No se equivoque; estamos en la era en la que un solo clic puede ofrecer una gran cantidad de información y servicios. En este entorno, un error técnico ya no es simplemente un "bache en el camino". Para el colaborador moderno, un fallo tecnológico puede interpretarse como una falta de respeto hacia su tiempo y su deseo de aprender. Y en el peor de los casos, sus cursos serán abandonados y todo su arduo trabajo pasará desapercibido.
Realice pruebas exhaustivas de sus cursos antes de lanzarlos. No se limite a verificar si los enlaces funcionan o si los vídeos se reproducen correctamente. Ponga a sus colaboradores en el centro de la experiencia de usuario. ¿Es intuitivo el diseño? ¿Los quizzes ofrecen un feedback adecuado? Utilice herramientas de análisis para rastrear la tasa de finalización de los cursos y preste atención a los comentarios de los usuarios. E incluso mejor, considere hacer pruebas beta con un pequeño grupo de colaboradores que puedan proporcionarle feedback en tiempo real. Escuchar activamente y actuar en base a ese feedback no solo mejorará la calidad de sus cursos, sino que también le ganará el respeto y la confianza de sus colaboradores.
Vivimos en una época donde los smartphones son prácticamente una extensión de nuestro ser. De hecho, las estadísticas nos cuentan que cuatro de cada cinco personas duermen junto a su teléfono móvil. No hay duda de que la "M" de móvil es una letra que todos tomamos muy en serio.
El panorama es claro: vivimos en una era móvil, y aunque 2016 ya fue declarado como el año de la tecnología móvil, todavía hay una enorme brecha en la capacitación corporativa. Según una investigación de Bersin by Deloitte, solo el 12% de la formación empresarial está optimizada para móviles. Con datos como estos, nos arriesgamos a quedar tan obsoletos como el VHS o el Mini-disco si no actuamos rápido.
Aquí va un dato que no debería ignorar:
"Más del 70% de los empleados utilizan los buscadores para aprender lo que necesitan para sus trabajos, consultan sus smartphones al menos nueve veces en una hora y no ven vídeos que duren más de cuatro minutos."
Es hora de llevar su programa de capacitación al mundo móvil. No se trata solo de hacer que su contenido sea "amigable para móviles"; debe ser diseñado para móviles.
Desde microaprendizaje hasta gamificación, explore las distintas formas en que puede hacer que su contenido sea no solo accesible, sino atractivo en una pantalla pequeña. Realice una auditoría de su contenido actual y determine qué se puede adaptar para un consumo rápido y en el momento. Aproveche las herramientas de análisis para entender cómo sus empleados interactúan con el contenido en dispositivos móviles y ajuste su estrategia en consecuencia. Y, lo más importante, escuche a sus empleados. Ellos son los que usarán estos recursos, así que asegúrese de que están alineados con sus necesidades y preferencias.
Quizás se pregunte, ¿de quién aprenden más sus empleados? ¿De los expertos con títulos académicos impresionantes o de sus colegas en el día a día? La realidad es que el aprendizaje colaborativo se está convirtiendo en una fuerza imparable. Y aquí hay una estadística reveladora: mientras que el 87% de los empleados consideran que compartir conocimientos con sus compañeros es crucial para su desarrollo profesional, solamente el 34% de las empresas están invirtiendo en herramientas que fomenten este tipo de aprendizaje social, según Bersin by Deloitte.
Estamos en una época en la que el término "experto" está siendo redefinido. Ahora se valora la inteligencia colectiva, y se entiende que el conocimiento no es solo propiedad de unos pocos, sino un recurso compartido que se enriquece con la participación de todos. De cara a los próximos años, el reto es obvio: hay que abrir espacio para el conocimiento colectivo y la colaboración en nuestras estrategias de formación corporativa.
Es momento de implementar herramientas y estrategias que fomenten la colaboración en su plataforma de eLearning. Considere incorporar foros de discusión, proyectos de grupo o incluso plataformas de colaboración en tiempo real donde los empleados puedan compartir ideas y soluciones. Utilice encuestas y retroalimentación directa para entender qué tipo de actividades colaborativas son más efectivas y valoradas por su equipo. Si aún no lo ha hecho, mire más allá de su empresa y evalúe las plataformas y tecnologías disponibles que pueden ayudar a fomentar una cultura de aprendizaje colaborativo. El objetivo es hacer que cada colaborador no solo sea un receptor pasivo de información, sino un participante activo en su propio proceso de aprendizaje y en el de sus compañeros.
Vivimos en la era de la información instantánea. Si sus empleados tienen una pregunta, lo más probable es que recurran a Google antes que a cualquier otro recurso. Esto es una señal de advertencia para todos los responsables de formación y desarrollo: si sus contenidos no son fáciles de acceder, está compitiendo directamente con la mayor base de datos del mundo. Y es probable que pierda.
No se trata solo de ofrecer información precisa y valiosa; se trata de cómo esa información se presenta y se accede. Si sus colaboradores no pueden encontrar lo que necesitan en su plataforma en cuestión de segundos, corren el riesgo de buscar respuestas en otro lugar, y esa otra fuente podría no ser tan precisa o alineada con los objetivos de su organización.
Priorice la usabilidad en su plataforma de eLearning. Realice pruebas de usuario para determinar cuánto tiempo les toma a los empleados encontrar una información específica y ajuste el diseño y la interfaz en función de estos resultados. Incluya funciones de búsqueda robustas, etiquetas relevantes y un sistema de navegación intuitivo que permita a los colaboradores encontrar lo que buscan en el menor tiempo posible. Considere también la creación de una base de conocimientos interna que sea tan accesible y eficiente como Google, para que sus empleados puedan acceder a información precisa en tiempo real.
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La realidad es que estamos bombardeados de información por todos lados y, muchas veces, nos encontramos en piloto automático mientras navegamos de una aplicación a otra, de una pestaña a la siguiente. Por tanto, si su estrategia de eLearning no trasciende la mera "presentación de información", corre el riesgo de perder la atención de su audiencia muy rápidamente.
La clave aquí es brindar una experiencia de aprendizaje inmersiva que capte la atención de sus empleados. No olvidemos que estamos hablando de seres humanos, con emociones, sentidos y una necesidad innata de conexión. Imagínese si pudiera incorporar algo tan tangible como el olor en sus programas de eLearning, similar a como mi profesor de inglés en secundaria nos daba lavanda para mantenernos enfocados. Pero como aún no podemos hacer eso, existen muchas otras maneras de captar la atención y ofrecer una experiencia rica y multidimensional.
Diseñe su programa de eLearning como si fuera una experiencia interactiva. Utilice multimedia de alta calidad, desde vídeos y gráficos hasta elementos interactivos como juegos y quizzes. No se limite a la lectura y preguntas de opción múltiple; incorpore elementos como foros de discusión, escenarios de toma de decisiones y desafíos prácticos. Analice las métricas de interacción para entender qué elementos captan más la atención y ajuste su estrategia en función de estos insights. Haga encuestas regulares para recibir retroalimentación directa de los usuarios sobre qué elementos consideran más enriquecedores en su experiencia de aprendizaje.
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Vivimos en la era de la personalización. Desde nuestras redes sociales hasta nuestras suscripciones a servicios de streaming, todo está diseñado para satisfacer nuestras preferencias y necesidades individuales. Los consumidores esperan un enfoque centrado en ellos, y esto es especialmente cierto para los empleados en el entorno de formación y desarrollo. No estamos sugiriendo que descubra los gustos de café de cada empleado y les dé la bienvenida con un mensaje personalizado sobre su última elección de café. Sin embargo, el principio de tratar a cada empleado como un individuo con necesidades, expectativas y preferencias únicas es ineludible en la capacitación moderna.
No se trata simplemente de mostrar un anuncio en línea que diga: "Hola, [nombre del colaborador]. ¿Cómo estás hoy?" Se trata de proporcionar una formación que tenga en cuenta el nivel de habilidad, las necesidades laborales y las preferencias de aprendizaje del empleado.
Realice un análisis de necesidades detallado antes de desarrollar o implementar cualquier programa de eLearning. Utilice encuestas, entrevistas o incluso IA para comprender mejor las habilidades, conocimientos y preferencias de sus empleados. Con estos datos en la mano, desarrolle caminos de aprendizaje personalizados que permitan a los empleados trazar su propio curso, escogiendo los módulos que son más relevantes para ellos. Además, implemente sistemas de aprendizaje adaptativo que puedan ajustar el contenido en tiempo real según el desempeño y las interacciones del usuario.
Al hacerlo, no solo aumentará el compromiso y la satisfacción, sino que también maximizará el retorno de la inversión en su programa de formación, ya que los empleados estarán más comprometidos y obtendrán resultados más tangibles.